jueves, 21 de abril de 2016

Hoy enseñé a pedir deseos

Lo hice sin quererlo, sin siquiera pensarlo. Hoy enseñé a alguien como pedir deseos. Fue a mi sobrinita de tres años. La lección ocurrió durante la llamada matutina con ella y la abuela. Entre las explicaciones de su tarea sobre insectos y las creaturas que encontraba en el jardín, mencionó los dientes de león. “¿Qué haces con ellos?”, le pregunté. “Soplarlos”, me contestó segura, la respuesta era obvia para ella. Le dije, “Pero también puedes pedir un deseo, ¿sabes qué es eso?” Tras su contestación negativa le dije: “es cuando quieres algo mucho mucho y lo dices. Mira, yo deseo ahorita poder regresar a mi cama, ponerme pijamas y volverme a dormir porque estoy muy cansada”. “¿Por qué estás cansada?”, preguntó sorprendida.  “Porque dormí muy poquito, por eso deseo mi cama rica. ¿Tú qué deseas, abuela?” Mi madre, maestra nata, hizo su propio deseo comprensible para la nieta “yo deseo una malteada de fresa riquísima”. Finalmente, sabiendo que había llegado su turno, mi sobrina pensó brevemente y dijo “yo deseo… ¿qué podré desear?” La abuela le ayudó, “ayer fuimos a los jueguitos cuando compramos una nieve, ¿te acuerdas? A lo mejor puedes desear volver a los jueguitos”. No requirió más explicación, “yo deseo ir a los jueguitos”.

La conversación, como ocurre con mentes muy jóvenes, cambió de rumbo repentinamente. No fue hasta después que la recordé y analicé lo que había hecho. Mi sonrisa inicial desapareció rápido cuando vi el impacto de mi aparentemente inocente acción. Se me vino a la mente el siguiente pasaje de J.K. Rowling:

“Can you think what the Mirror of Erised shows us all?" Harry shook his head.

"Let me explain. The happiest man on earth would be able to use the Mirror of Erised like a normal mirror, that is, he would look into it and see himself exactly as he is. Does that help." 
Harry thought. Then he said slowly, "It shows us what we want... whatever we want..." 
"Yes and no," said Dumbledore quietly. 
"It shows us nothing more or less than the deepest, most desperate desire of our hearts. You, who have never known your family, see them standing around you. Ronald Weasley, who has always been overshadowed by his brothers, sees himself standing alone, the best of all of them. However, this mirror will give us neither knowledge or truth. Men have wasted away before it, entranced by what they have seen, or been driven mad, not knowing if what it shows is real or even possible.

"The Mirror will be moved to a new home tomorrow, Harry, and I ask you not to go looking for it again. If you ever do run across it, you will now be prepared. It does not do to dwell on dreams and forget to live, remember that. Now, why don't you put that admirable cloak back on and get off to bed.”
 
                 ― J.K. Rowling, Harry Potter and the Sorcerer's Stone


Pensé apesadumbrada, “la enseñé a desear, a estar insatisfecha, inconforme con el status quo o peor aún, con ella misma, a siempre buscar algo más”. Pero continué reflexionando sobre el tema y concluí que desear es algo humano. Tarde o temprano, no sé cuándo (le pregunté a Google al respecto pero no encontré respuesta), todos empezamos a formular y pedir deseos. Con el tiempo la expresión de esos deseos se queda cada vez más en nuestro fuero interno, ya sea por falta de espontaneidad, miedo, superstición o algún otro de los límites y capas con las que vamos recubriéndonos. Incluso corremos el riesgo de tener deseos escondidos entre los pliegues de la “conciencia”a veces tan inconsciente, de poseerlos sin darnos cuenta de ellos.

Ante esta disyuntiva, la de la insatisfacción de lo no cumplido o alcanzable, y la desaparición de la conexión y conocimiento interno, deseo para la nueva pedidora de deseos el equilibrio. Que nunca pierda la ilusión y capacidad de hacer un deseo y lanzarlo al universo, pero que tampoco permanezca tanto en lo potencial, olvidándose de lo real y de agradecer y vivir el presente con todo lo bueno y malo que este trae. Cerré los ojos, confirmé mi petición y sonreí.


“It seems to me we can never give up longing and wishing while we are still alive. There are certain things we feel to be beautiful and good, and we must hunger for them.” 
 
George Eliot

lunes, 13 de febrero de 2012

A series of unfortunate events... CPH version


O "cómo una inundación aumenta el riesgo de incendios".

Me encantaría que el listado de eventos desafortunados que escribo a continuación fuera invención mía. No lo es. Los hechos son totalmente verídicos.

Domingo 12 de febrero de 2012

1) 12:00 pm* - Se va el agua de CPH y de la colonia. El encargado de la casa confirma con los vecinos que no hay servicio, habla a la compañía del agua e informa a los habitantes de la casa que el agua tardará en regresar. Pide a todos verificar que las llaves estén cerradas.

2) 12:00 - 3:00 pm - Un habitante del 2º piso de la casa hace lo contrario, olvida que abrió la llave y se va de su cuarto. El agua se sale de su lavabo, inunda su cuarto y empieza a filtrarse al primer piso. Se hace un charco en la entrada de la casa. La pared por la que corre el agua es donde está situado el panel de control de todas las alarmas contra incendio. El aparato eléctrico se moja.


Pueden ver la imagen de humedad del charco

3) 3:00 pm - Empiezan a sonar las alarmas de incendios de la casa. Siguiendo el protocolo de emergencia, todos los habitantes de la casa presentes en ese momento evacuan el edificio y cruzan la calle para situarse en el área de seguridad.


Esperando en el frío la llegada de los bomberos

4) 3:15 pm - Llegan los bomberos. Después de confirmar que no hay incendio, desactivan el panel de control. (Yo llegué justo antes de esto, así que estaba preparada para el frío).


La foto trillada, pero sin los bomberos

5) 3:30 pm - Los habitantes regresan a la casa. El encargado declara estado de emergencia en la casa porque no hay alarmas de incendios activas. Pide a todos los que puedan irse de la casa o ayudar en las guardias nocturnas. Él se dedicará a revisar los cinco pisos de la casa cada treinta minutos hasta la mañana siguiente, para revisar que la casa, con todos sus habitantes durmientes, no sea víctima de una autocombustión espontánea. El resto de los inquilinos vuelven a sus actividades normales.

Lunes 13 de febrero de 2012

6) 10:00 am - Los responsables de la residencia empiezan a dar aviso a todos los habitantes de la casa que el edificio está oficialmente cerrado hasta que no se restablezca la actividad de las alarmas de incendio. Piden empezar a buscar hospedaje alterno o que en su defecto, ellos lo proporcionarán.

7) 10:15 am - Mientras preparaba el desayuno me informan de lo anterior. Pregunto si al menos puedo terminar de desayunar y me dicen "claro que sí". Desayuno y empiezo a trabajar. Algunas de las inquilinas amantes de all-things-sweet se ven forzadas a cancelar su plan de hornear y decorar cupcakes esa noche.

8) 2:00 pm - El eléctrico sigue trabajando en arreglar el pánel de control. Responde que espera lograrlo ese mismo día. Los habitantes de CPH siguen a la espera de que a las 4:00 pm confirmen o cancelen su evacuación de la casa.

El técnico trabajando en el pánel...


*Horas aproximadas

¿Cómo la ven? La verdad la situación me da bastante risa, hasta ahorita. Espero que los eventos no pierdan su gracia a la hora que nos evacuen de la casa (ojalá que no). Sobre todo porque estamos en Reading Week y mi cuarto está lleno de libros que necesito para escribir. La idea de andar de nómada por quién sabe donde con 15 libros a cuestas no me es muy atractiva.

Supongo que muchos estarán pensando que esta es una situación ridícula, yo lo he pensado así. En defensa de los encargados de la casa, creo que son víctimas del inconsciente colectivo londinense: desde que el gran incendio de 1666 que arrasó más de la mitad de la ciudad, tienen miedo terrible a que algo se vuelva a repetir. De ahí a que tengan "fire doors" en todos lados y consideren como estado de emergencia la falta de alarmas de incendios activas.

Ya les platicaré después qué pasa...

See you soon!

PD: Si quieren ver mejor a la famosa CPH, chequen este video que hizo mi amigo Pep.

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UPDATE - ¡Nos quedamos! Creo que decidieron que sacarnos era muy complicado, así que metieron a un guardia de seguridad en lo que arreglan el panel :)

viernes, 11 de noviembre de 2011

A lot…

to talk about. Mucho de qué hablar. Lo sé. No me he reportado. Se debe en primer lugar a que tengo mucho trabajo de la maestría, me la paso leyendo (les platicaré sobre qué más adelante). Y en segundo lugar, porque todavía no tengo Internet. Por increíble que parezca, los servicios aquí, al menos para los que estamos acostumbrados al servicio al cliente real (del modelo estadounidense), dejan mucho que desear.

Para que me entiendan, contratamos 5 residentes de la casa el servicio de banda ancha el 15 de octubre con una compañía. Nos dijeron que la fecha más próxima que tenían para mandar al técnico a hacer la instalación era tres semanas después, el 8 de noviembre. Ineficientes, pero bueno, qué se le hace… El 7 de noviembre le marcan de la compañía al que contrató para decirle que por problemas con la compañía telefónica (como Telmex, de aquí) se cancelaba nuestro contrato. ¡Se esperaron más de 3 SEMANAS para informarnos eso! Después del enojo, fui a ver a un chavo de la casa que contrató el servicio también para ver si me podía unir a su grupo de banda ancha. Me dijo que sí, que vendrían el sábado a instalarlo, pero a ver que pasa. No me quiero hacer ilusiones porque es justo la misma compañía que nos canceló ya una vez, a ver si no hacen lo mismo… La verdad ya me resigné a vivir como desterrada tecnológica en mi barrio primermundista. No me gusta el internet en el cel. pero no me ha quedado de otra…

Regresando al tema, les haré un breve recuento de lo que he hecho:


Clases:


Estoy llevando tres materias:

Introduction to Qualitative Research Methods – Dos horas de clase a la semana, más un seminario opcional de una hora. Muchas lecturas sobre investigación específicamente para las Ciencias Sociales y particularmente para Ciencias Políticas.

Global Ethics – Una hora de clase, más una hora de seminario (discusión) a la semana. Básicamente en Filosofía Política, muy interesante, pero muchas lecturas densas. Hemos visto temas como si existe una ética global para todos los habitantes del mundo, si el deber que tenemos hacia otros es hacia cualquier persona o si eso cambia con nuestros compatriotas. Además de leer sobre justicia distributiva, derechos humanos e intervención humanitaria.

Globalisation and Global Governance – Una hora de clase más una hora de seminario. Esta clase es la más práctica y la que me resulta más familiar, pues maneja temas como las Organizaciones Internacionales, soberanía, políticas de liberalización económica, etc. que ya he estudiado y a académicos que ya había leído.


El Portico, el edificio principal de UCL

Viajes:

La verdad no he salido mucho, ni pienso hacerlo hasta diciembre. Sin embargo, uno de los primeros sábados fui caminando a Greenwich (donde está el Meridiano) desde Tower Bridge, con la Sociedad de Caminatas. Estuvo largo y frío, pero padre.

La línea del Meridiano de Greenwich, entre Este y Oeste

También hace dos semanas fui a un monasterio carmelita del siglo XI, que se llama Aylesforth, cerca de Kent, con la Sociedad Católica.


Luego hace casi un mes fuimos a una fiesta en barco por el Támesis, organizada para estudiantes de posgrado por la Unión de Estudiantes de mi universidad. Fue muy padre ver a Londres de noche.

Tower Bridge

London Eye


Eventos Culturales:

Concierto de Steve Reich en el Barbican Center. Fue un homenaje al compositor por su cumpleaños. Sus piezas son minimalistas pero muy interesantes, entre las que escuchamos estaban Clapping Music, y él fue uno de los que la interpretó, y The Desert Music, que fue coral.

Bloomsbury Festival. Sobre Bllomsbury, ubicado en la parte central de Londres, este barrio es conocido por ser sede de muchas universidades (incluyendo la mía) y centro cultural y literario de la ciudad desde hace mucho tiempo. Ahí está el Museo Británico y ahí vivieron y/o trabajaron Charles Dickens, T. S. Eliot y Virginia Woolf (miembro del Bloomsbury Group, del que se decía “people who lived in Squares, but loved in triangles”, haciendo referencia a muchos parques del barrio y a las desventuras amorosas). El festival se llevó a cabo en uno de los Squares más famosos, Russell Square, y había música en vivo, stands de arte, comida y actividades interactivas. La que más me gustó fue una llamada el Camino de los Poetas, donde se podían escoger diferentes palabras y armar un poema y colgarlo en el “camino”. Los poemas se veían muy bonitos colgados, especialmente cuando soplaba el viento.

Poet's Path

The Tempest. Esta obra de Shakespeare sí que nos costó trabajo (a mí y a Carola). Los boletos son caros y como tiene buenos actores (incluyendo a Ralph Fiennes como Prospero) y estaba en las últimas semanas, los boletos eran más difíciles de conseguir. El sitio decía que había un número limitado de boletos baratos por función. Fuimos un sábado a las 9:30 am, porque abrían a las 10:00 y nos tocó mucha fila y ya no alcanzamos. El jueves siguiente nos levantamos temprano y estuvimos ahí desde las 7:45 y alcanzamos lugar. Literalmente estábamos a un metro de los actores, así que padrísimo. Fue una experiencia inolvidable ver a Shakespeare en vivo por primera vez y en Londres.


The Tempest en the Royal Haymarket Theatre

Día de Muertos en el Wellcome Trust. Esta es una fundación que se dedica a la investigación biomédica y tenían una exposición de los retablos de milagros mexicanos, porque se relacionaban con la salud, quiero suponer. Estos retablos se originan en curaciones atribuidas a la intercesión de los santos, de la Virgen, etc. , por las que la gente agradece con una imagen descriptiva y/u objetos de valor en las iglesias. Entre las cosas que la gente deja a modo de agradecimiento estaban copias de títulos de muchas universidades (el Tec incluído), cobijitas, dibujos de niños y hasta trenzas. Si para mí era desconocido, ni me imagino lo folclórico que lo deben de haber encontrado los ingleses ahí presentes… Pero fue gustoso ver que la exposición, además de las otras actividades como saludar a la catrina, decorar calaveritas de azúcar (importadas desde México), y montarlas en el altar de muertos, estuvieron organizadas por mexicanos. Aparte hubo degustación de pan de muerto, danza folclórica con todo y mariachis, la verdad uno se emociona al oír y cantar a coro “México lindo y querido” fuera del país. Ya a la salida había una fila muy larga, como de 200 personas, esperando entrar a ver algo de cultura mexicana, lo que me hizo sentirme todavía más orgullosa.



La fila de gente esperando entrar a ver cultura mexicana

Actividades Sociales:

A pesar de lo que me quejo de mi casa, el ambiente aquí está muy padre. Los fines de semana organizamos fiestas “de traje” o cocinamos juntos en la cocina más grande en el primer piso. O salimos por ahí u organizamos actividades según la fecha: en Halloween hicimos calabazas (la primera en mi vida), celebramos el Diwali (con mucha comida india) y el fin de semana pasado fuimos a ver los fuegos artificiales del Guy Fawkes Day, por el “remember, remember the fifth of November…”


Serene (de Singapur), Jessica de EEUU y yo


Nuestras jack-o-lanterns (la mía es la que casi se está cayendo)


Bonfire Night, estaba gigantesca la fogata




Para terminar les comparto un video (denle clic), hecho por un amigo catalán, Pep, que describe bien las cosas buenas y malas de mi casa. La canción de hecho está muy adecuada también.


Ya los actualicé bastante. Si me llega el Internet mañana, espero estar escribiendo posts más cortos más frecuentemente.


See you soon!

domingo, 30 de octubre de 2011

Reading...


Estos libros, más como 100 hojas por clase (en artículos arbitrados) por semana es lo que tengo que leer. Entre tanta lectura y la falta de Internet, es difícil actualizar el blog.

Pero también he aprovechado el tiempo para hacer muchas cosas. Espero la semana que entra, que tengo libre para... ¡leer! (de hecho se llama Reading Week) pueda platicarles qué he hecho aparte de lo de la Maestría.

See you soon!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ser Londonder es ser cosmopolita

Digo Londoner porque supuestamente uno se puede autodenominar de tal manera con sólo vivir en esta ciudad. Cosmopolita significa ser ciudadano del mundo. Y al vivir en Londres realmente te puedes sentir que eres parte del mundo. Según nos dijo un guía, es la ciudad con más diversidad étnica del mundo, pues en ella conviven grupos de más de 140 diferentes nacionalidades (supongo yo que en parte se debe al Commonwealth y al ex-Imperio Británico de la era victoriana). Además es la ciudad más grande de Europa, con 8 millones de habitantes aproximadamente.

Para empezar, en un día normal se pueden escuchar más de 4 idiomas. El que yo escucho más frecuentemente, aparte del inglés, es el chino mandarín, pues aproximadamente la mitad de los habitantes de mi casa lo hablan. Pero en el metro (o Tube, como aquí le dicen), la universidad y caminando por la calle se escucha de todo: bastante francés pero también árabe, ruso, hindi y muchas otras lenguas que no sé distinguir. De repente escucho español y me divierto tratando de distinguir de donde son los que lo hablan (hasta ahorita, los colombianos llevan la delantera, ¡hay muchos!)

Luego uno ve todo tipo de gente. Desde chicas árabes emperifolladas (hiper maquilladas, con relojes Cartier y mascadas Luis Vuitton y Hermès), hasta la abuelita de la India vestida con su típico sari Y botas en lugar de sandalias, pasando por muchísimos europeos y claro, británicos. Las facciones son muy interesantes, por ejemplo, conocí a una niña de Kazajistán muy exótica: rubia, de cara redonda con pómulos muy altos y ojos asiáticos.

Y no puede faltar en una ciudad cosmopolita la comida. Creo que esta es una de las mayores ventajas que los británicos le pueden sacar a su diversidad cultural. A falta de gran variedad de comida típica, hay restaurantes y changarritos de gastronomías de todo tipo. Predominan la comida italiana, japonesa e india. Pero hay de todo, simplemente en el mercadito que se pone a la vuelta de mi casa (de miércoles a sábado) se ponen puestos de comida italiana, tailandesa, española, griega y egipcia que venden la comida caliente y también para llevar, creo que debe de ser rica, porque siempre están llenos. Luego en el súper, venden comidas preparadas congeladas y/o ingredientes para hacer unos mismo curries, pastas y hasta enchiladas (bueno, la versión pseudo-mexicana de enchiladas, todo con tortilla de harina).

Cuando he llegado a platicar con amigos extranjeros sobre la comida mexicana he aprovechado para aclararles que las taco shells (como fundas de nachos para hacer tacos, estilo Taco Bell) y el chilli (esa mezcla de carne molida con salsa dizque picante), no son mexicanos y que no existen en México. Entonces ya les empiezo a platicar de nuestros deliciosos antojitos. Lo bueno es que ya se dónde conseguir ingredientes mexicanos en Londres, aparentemente hay un sitio que los vende (http://www.mexgrocer.co.uk/), claro que si me quieren mandar un regalito de México, yo encantada, jaja. También encontré un resaturante mexicano auténtico (hecho por gente de El Farolito) donde venden desde tinga hasta cochinita pibil. Cuando realmente extrañe iré ahí, porque sí está un poco caro. De hecho tengo que llevar a mis compañeros de casa, porque uno me preguntó si el TGI Friday's era de comida mexicana, ¡imagínense!

Ya después les platicaré más sobre la diversidad en mi casa y sobre las clases. Quisiera escribir más frecuentemente, pero no tengo internet aún en mi residencia, se supone que para el 8 de noviembre, espero que sí.

See you soon!


martes, 4 de octubre de 2011

Update de la segunda semana

Ya llevo casi dos semanas en Londres. Muchas cosas han pasado. Así que les hago un pequeño resumen:


Universidad


¡Ayer fue mi primer día de clases! Pero me regresaré un poco para platicarles con más detalle. La semana pasada fue el curso de inducción de mi programa, MSc in Global Governance and Ethics. Básicamente fue conocer a gente de las otras maestría del Departamento de Ciencias Políticas, ir a pláticas donde se nos explicaban las herramientas que tenemos como estudiantes de UCL, seleccionar nuestras materias de toda la maestría y conocer al director del programa y a los compañeros.


Así que estuve ocupada y sobretodo, reflexionando y tomando decisiones. Mi programa consta de 3 materias obligatorias que son Globalización e Introducción a Métodos de Investigación Cualitativos en el periodo de octubre a diciembre, e Introducción a Métodos de Investigación Cuantitativos en el periodo de enero a abril. Además, puedo seleccionar otras 4 materias optativas según mis propios intereses. Lo difícil fue escoger sólo 4 entre tantas clases interesantísimas, ¡me gustan tantos temas! Tengo hasta este viernes para decidir definitivamente, pero ya seleccioné las otras cuatro clases: Global Ethics (en el primer periodo), Global Public Policy, Making Policy Work y Political Economy of Development (todas para el segundo periodo). Pregunté y tengo la opción de entrar de oyente a otras clases, mientras haya lugar, así que creo que iré también a una que se llama Volunteer Sector Policy and Management, que se relaciona con mi experiencia profesional.


Mi grupo de la maestría se ve bien, somos alrededor de 40. Una tercera parte del grupo somos estudiantes extranjeros, casi todos Europeos, salvo por cinco Estadounidenses, una Angoleña, una Colombiana-Canadiense y yo. El resto son Británicos, así que espero que se me pegue el acento que tienen. Llevaré las tres materias obligatorias con todos ellos y las optativas con algunos pocos, porque cada quien escoge lo que quiere.


Por lo pronto ya nos pasaron las listas de lecturas preliminares para este periodo y se ven muy bien. Ya tengo mucho que leer, que está bien pues es a lo que vine. Estoy emocionada por ya tener todas las clases y ver cómo pinta cada una.


Residencia


Tengo que empezar diciendo que la zona donde está mi residencia es preciosa, se llama Belsize Park y aquí viven muchas celebridades porque es elegante y tranquila. Hileras de casas grandes, la mayoría pintadas de blanco flanqueadas por árboles frondosos. La primera vez que caminé por aquí me sentí casi en Mary Poppins, el problema es que ahí acaba la magia.


Sabía que la casa que sirve como residencia sería viejita, pero la verdad no me la imaginé tan maltrecha. Desde la fachada se puede ver el descuido en que está, pues se ven varias cuarteaduras en la estructura. Dentro es un laberinto de alfombra raída y sucia, anuncios de materiales peligrosos (en la planta baja hay calcomanías de “Warning, health hazard: asbestos in the pipes”), puertas angostísimas y escaleras empinadas. Para darles una idea, puedo subir por dos pasillos diferentes. Uno consta de 54 escalones y 7 puertas de la calle a mi cuarto y el otro de 53 escalones y 6 puertas.


Mi cuarto está en el tercer piso y sorprendentemente me gusta bastante. Está limpio, amplio (para estándares europeos), bien iluminado y cuenta con muebles suficientes para contener mis cosas, además de dos espejos grandes y un refrigerador pequeño.


Los baños y las cocinas, son otra historia: están viejos y sucios, se ve que casi no se les da mantenimiento y la verdad ni ganas me dan de aparecerme por esos cuartos (lo he hecho lo menos posible). Aparte, esta es una de las poquísimas (si no es que la única) residencias sin conexión a Internet. Esto me parece sorprendente siendo el Londres del s. XXI, pero viendo el edificio, se puede entender el por qué… Así que me estoy conectando desde mi celular o desde la universidad, pero aún así me siento lejos del mundo, ¡cómo hace falta el Internet!


Haciendo un balance: me encanta la colonia, mi cuarto y los amigos que he empezado a hacer aquí, pero lo demás no me deja sentirme a gusto. Lo desagradable también depende de que se haga el servicio de limpieza bien y sobretodo de la higiene de todos los habitantes, que es más difícil controlar que lo primero. Por lo pronto, ya me empecé a hacer de mañas para sobrevivir lo gacho. Por ejemplo, ya me di cuenta que en el fin de semana todo está más sucio de lo habitual, así que evitaré lo menos posible cocinar esos días: o calentaré en el microondas las “sobras” o comeré fuera.


Supongo que se preguntarán lo que ya ha pasado por mi mente, “¿qué puedo hacer para salirme de aquí?” Tengo realmente pocas opciones. La primera es inscribirme a la “swap list” (lista de intercambio de cuartos entre residencias) hasta el 17 de octubre con una cuota de 20 libras. Ahí puedo buscar a alguien que esté en otra residencia que quiera cambiarme el lugar y venirse a la mía, para yo irme a la de él o ella. Yo se que la pregunta clave es: ¿quién va a querer mudarse a mi residencia en el estado en que está? La respuesta me la dieron unos chavos que trabajan en residencias. Me dijeron, después de haberme dado el pésame por la residencia que me tocó, que sorprendentemente sí hay gente que se quiere ir a vivir ahí. (En serio me dijeron que lo sentían por mí, imagínense…)


Otra opción si me quisiera salir antes de eso, sería buscar departamento compartido y seguir pagando hasta que alguien ocupe mi lugar en la residencia. Está difícil porque implica ponerme a buscar departamentos con la carga académica encima, además del costo que tiene pagar dos lugares a la vez por un tiempo indefinido. Así que estoy ahorita con la disyuntiva de cambiarme a mediados de este mes a otra residencia o de quedarme aquí hasta principios de diciembre, cuando tenga más tiempo para buscar cuartos por las vacaciones y cuando se venza el compromiso de pago en mi residencia. Ya les diré que pasa, y por lo pronto pues a echarle ganas aquí a pesar de todo…


Vida en Londres


He disfrutado mucho estas casi dos semanas porque el clima ha estado delicioso. Soleado y cálido, temperaturas entre los 29 y 18º C, muy atípico para esta época del año. Los londinenses han aprovechado al máximo el último regalo del verano usando muy poca ropa, lentes de sol y sobretodo pasando tiempo en los parques, que han estado llenísimos. Yo me uní a ellos en esto último porque ropa para calor no traje mucha.


El jueves y viernes caminé un poco por los parquecitos cercanos a mi universidad (Gordon Square y Tavistock Square). El sábado fuimos Carola y yo a un picnic a Hyde Park con unos amigos de la London School of Economics (LSE) y ayer recorrí buena parte de Regent’s Park con Maru, una compañera LRI que está estudiando en Westminster University.


Se supone que para el jueves bajará como 10 grados la temperatura y estará nublado otra vez, así que volveré a usar saco y botas y a cargar el paraguas. Por lo pronto hoy ya amaneció nublado y poquito más fresco. Creo que estará bien porque coincidirá con el periodo de más estudio y la verdad no me dan ganas de encerrarme con clima tan bonito para estándares ingleses.


Y hasta aquí los dejo, porque ya está bastante largo el post. Pero espero actualizarlos pronto con más detalles de la vida de estudiante en Londres y con otras reflexiones más.


See you soon!

jueves, 22 de septiembre de 2011

It's all a walk in the park...

Tal parece que en Londres uno nunca está a más de cinco metros de alguna planta. Creo que es una de las cosas que hace a esta ciudad tan hermosa. A pesar de que es grande, de que tiene "tráfico" (después de haber vivido en el DF, no puedo usar esa palabra indiscriminadamente), y mucha gente (aproximadamente 8 millones, lo que la hace la más poblada de Europa), no se sienten las presiones de estar en medio de una ciudad grande. O al menos todavía no las siento.

Lo que pasa es que los londinenses son en general buenas personas, muy atentos y amables. Si les preguntas algo, se detienen a contestarte, sea quien sea. ¿Y lo mejor? Si no saben cómo ayudarte te lo dicen y te hacen sugerencia de dónde o quién más te podría responder.

Ayer lo comprobé desde mi llegada. Después de pasar casi dos horas en migración, fui por una tarjeta de débito a un Travelex y el señor que atendía inmediatamente me ofreció el teléfono para que la activara. Resultó que la operadora, al escuchar mi nombre, me empezó a hablar en español (creo que porque era argentina) y muy rápidamente me ayudó con el trámite y hasta se despidió de mí mandándome un abrazo.

Ya con dinero en bolsa, me fui con una venezolana que conocí en la casa de cambio en tren de Heathrow a Londres. No fue una odisea fácil, sobretodo porque involucraba mover dos maletas grandes y dos chicas yo sola. Finalmente nos pudimos subir al tren a Paddington bien, platicamos como buenas latinas todo el camino y a la llegada Evelin y su novio holandés (que fue a recibirla) me ayudaron con las maletas y me treparon a un taxi para ir a mi hostal. Fue un viaje corto a Bloomsbury y cuando llegué el taxista, un señor ya grande, me bajó las maletas grandes y subió los cuatro escalones a la entrada del hostal. Ahí me dijeron que era al lado, así que el señor volvió a bajar y a subir las maletas y luego me cobro y se despidió de mí. Muy amable de su parte porque para ese entonces ya me dolían los antebrazos de jalar, empujar y cargar los más de setenta kilos que me traje de equipaje.

Ya en el hostal Patrick, el manager, un inglés alto y delgado como de unos sesenta y pico años me ofreció desayuno y té y luego cuando estuvo listo el cuarto me ayudó subiendo una maleta grande por tres pisos. Obviamente lo hizo sin decir nada y antes de que le dijera que yo misma las llevaba, ya estaba arriba. No crean que ando maltratando a personas de la tercera edad, jaja.

Y así estuvo mi llegada, a pesar de que el día empezó gris, con la amabilidad de la gente y una ayuda del Sol que se aventuró a tomar el control de la tarde, terminó muy bien.

Quise llegar el 21 de septiembre temprano para estar presente en el International Students Orientation Programme y aprovechar los tips, las pláticas de la vida en Londres, la oportunidad de inscribirme formalmente en la universidad y la oportunidad de conocer a otros estudiantes.

Aparte de conocer la universidad y sus alrededores, hemos aprovechado para "turistear". Digo hemos porque he estado con Carola, una nueva amiga de Chihuahua que también estudiará en UCL. Ella llegó hace tres días, es buena para ubicarse y además organizada, así que ha sido mi guía por la universidad.

Volviendo a la idea, en las tardes los roles se invierten un poco y yo propongo a donde ir (con mis 4 días de viaje en 2008 como experiencia, jaja) y medio que le doy el tour a Carola con lo que me acuerdo. Me he sorprendido a mí misma con detalles que aún retengo y puedo compartir. Hemos caminado bastante para disfrutar la ciudad. Ayer fuimos Covent Garden, Picadilly Circus, Oxford Street, pasamos a la Embajada Mexicana en St. George Street y hasta hicimos unas compritas antes de pasar por víveres para los siguientes tres días y regresar al hostal. Hoy bajamos por todo Kingsway, llegamos al Támesis y doblamos a la derecha para pasar por Stratford House, London Eye, una gran cantidad de monumentos de guerra (fácil vimos más de 10), y llegar hasta el Parlamento y el Big Ben. De ahí subimos por Whitehall hasta Trafalgar Square, seguimos por Strand Street y volvimos al hostal. Terminamos el día cenando galletas y leche mientras platicábamos de Rusia, Colombia y México con otros huéspedes de esos países.

Nada mal, ¿no? Al contrario, se me han ido volando los días y los he disfrutado mucho. Los dejo con unas fotos de UCL y sus alrededores. Pronto tendré que subir algunas de los parques, que son hermosos y están por doquier. Creo que ayudan a que uno no sienta que está en una ciudad tan grande. Pero bueno, esa es una historia que les contaré después, así que, ¡estén pendientes!

See you soon!

PD Las fotos tendrán que esperar porque el Internet está medio lento. Un mal compartido aún en el "Primer Mundo".