miércoles, 1 de abril de 2009

Procrastinando...

Es media noche, tuve un día muy pesado en cuestiones laborales, tengo un trabajo pendiente de maestría que entregar para el jueves, debo levantarme mañana temprano para trabajar y... heme aquí procrastinando.

Después de reflexionarlo un poco, llegué a la conclusión de que no se que aprendí primero, si el significado de la palabra o a hacerla vida por mi actuar. No me meto a pensar más en esto porque sería como quedarse atorado en el huevo y la gallina.

Simplemente quería plasmar mi procrastinación, tener un recuerdo más tangible, aparte de las ojeras pasajeras o la somnolencia y el estrés que me deja. Tantas horas que he pasado dedicándome a ella en los últimos años, al menos durante carrera, han tenido frutos positivos también: grandes amistades que he cultivado mientras "trabajo"; sitios e información que he encontrado por andar navegando en los lugares diametralmente opuestos a los que debería revisar para x o y trabajo, pero que han sido muy útiles para otras cosas; libros que he releído bajo nueva óptica; inspiración que llega sólo bajo presión y que ha dejado como estela mágica ensayos e investigaciones con títulos como "Yo-yo, yo-tú: el doble como reflejo de la otredad del ser", por dar un ejemplo.

El considerar lo anterior me impide muchas veces dejar de procrastinar. De día, trato de no distraerme en la escuela o el trabajo. Pero cuando va entrando la noche, y aumenta la presión y disminuyen las horas, es cuando disfruto más la procrastinación. Estar plenamente despierta mientras que todos duermen es en cierta manera mi momento de estar sola, sin interrupciones externas. Esta soledad la aprovecho para encontrar todas las posibilidades que tengo en un momento específico aparte de las obligaciones, para dar rienda suelta a la creatividad, para tomar una especie de terapia conmigo misma que me permita reanudar las actividades incipientes de una mejor manera.

No se si algún día me decida a administrar mejor el tiempo, realmente me gustaría hacerlo. Tal vez cuando mi cuerpo me exija más sueño, o cuando me organice de tal manera que realice todas las actividades del día a su debido tiempo, dejando la noche y los fines de semana libres para el esparcimiento. El tiempo lo dirá. Mientras tanto, creo que seguiré incluyendo a la procrastinación como parte de mi rutina casi diaria y pensando en la frase: "I'll stop procrastinating... TOMORROW."