domingo, 30 de octubre de 2011

Reading...


Estos libros, más como 100 hojas por clase (en artículos arbitrados) por semana es lo que tengo que leer. Entre tanta lectura y la falta de Internet, es difícil actualizar el blog.

Pero también he aprovechado el tiempo para hacer muchas cosas. Espero la semana que entra, que tengo libre para... ¡leer! (de hecho se llama Reading Week) pueda platicarles qué he hecho aparte de lo de la Maestría.

See you soon!

miércoles, 19 de octubre de 2011

Ser Londonder es ser cosmopolita

Digo Londoner porque supuestamente uno se puede autodenominar de tal manera con sólo vivir en esta ciudad. Cosmopolita significa ser ciudadano del mundo. Y al vivir en Londres realmente te puedes sentir que eres parte del mundo. Según nos dijo un guía, es la ciudad con más diversidad étnica del mundo, pues en ella conviven grupos de más de 140 diferentes nacionalidades (supongo yo que en parte se debe al Commonwealth y al ex-Imperio Británico de la era victoriana). Además es la ciudad más grande de Europa, con 8 millones de habitantes aproximadamente.

Para empezar, en un día normal se pueden escuchar más de 4 idiomas. El que yo escucho más frecuentemente, aparte del inglés, es el chino mandarín, pues aproximadamente la mitad de los habitantes de mi casa lo hablan. Pero en el metro (o Tube, como aquí le dicen), la universidad y caminando por la calle se escucha de todo: bastante francés pero también árabe, ruso, hindi y muchas otras lenguas que no sé distinguir. De repente escucho español y me divierto tratando de distinguir de donde son los que lo hablan (hasta ahorita, los colombianos llevan la delantera, ¡hay muchos!)

Luego uno ve todo tipo de gente. Desde chicas árabes emperifolladas (hiper maquilladas, con relojes Cartier y mascadas Luis Vuitton y Hermès), hasta la abuelita de la India vestida con su típico sari Y botas en lugar de sandalias, pasando por muchísimos europeos y claro, británicos. Las facciones son muy interesantes, por ejemplo, conocí a una niña de Kazajistán muy exótica: rubia, de cara redonda con pómulos muy altos y ojos asiáticos.

Y no puede faltar en una ciudad cosmopolita la comida. Creo que esta es una de las mayores ventajas que los británicos le pueden sacar a su diversidad cultural. A falta de gran variedad de comida típica, hay restaurantes y changarritos de gastronomías de todo tipo. Predominan la comida italiana, japonesa e india. Pero hay de todo, simplemente en el mercadito que se pone a la vuelta de mi casa (de miércoles a sábado) se ponen puestos de comida italiana, tailandesa, española, griega y egipcia que venden la comida caliente y también para llevar, creo que debe de ser rica, porque siempre están llenos. Luego en el súper, venden comidas preparadas congeladas y/o ingredientes para hacer unos mismo curries, pastas y hasta enchiladas (bueno, la versión pseudo-mexicana de enchiladas, todo con tortilla de harina).

Cuando he llegado a platicar con amigos extranjeros sobre la comida mexicana he aprovechado para aclararles que las taco shells (como fundas de nachos para hacer tacos, estilo Taco Bell) y el chilli (esa mezcla de carne molida con salsa dizque picante), no son mexicanos y que no existen en México. Entonces ya les empiezo a platicar de nuestros deliciosos antojitos. Lo bueno es que ya se dónde conseguir ingredientes mexicanos en Londres, aparentemente hay un sitio que los vende (http://www.mexgrocer.co.uk/), claro que si me quieren mandar un regalito de México, yo encantada, jaja. También encontré un resaturante mexicano auténtico (hecho por gente de El Farolito) donde venden desde tinga hasta cochinita pibil. Cuando realmente extrañe iré ahí, porque sí está un poco caro. De hecho tengo que llevar a mis compañeros de casa, porque uno me preguntó si el TGI Friday's era de comida mexicana, ¡imagínense!

Ya después les platicaré más sobre la diversidad en mi casa y sobre las clases. Quisiera escribir más frecuentemente, pero no tengo internet aún en mi residencia, se supone que para el 8 de noviembre, espero que sí.

See you soon!


martes, 4 de octubre de 2011

Update de la segunda semana

Ya llevo casi dos semanas en Londres. Muchas cosas han pasado. Así que les hago un pequeño resumen:


Universidad


¡Ayer fue mi primer día de clases! Pero me regresaré un poco para platicarles con más detalle. La semana pasada fue el curso de inducción de mi programa, MSc in Global Governance and Ethics. Básicamente fue conocer a gente de las otras maestría del Departamento de Ciencias Políticas, ir a pláticas donde se nos explicaban las herramientas que tenemos como estudiantes de UCL, seleccionar nuestras materias de toda la maestría y conocer al director del programa y a los compañeros.


Así que estuve ocupada y sobretodo, reflexionando y tomando decisiones. Mi programa consta de 3 materias obligatorias que son Globalización e Introducción a Métodos de Investigación Cualitativos en el periodo de octubre a diciembre, e Introducción a Métodos de Investigación Cuantitativos en el periodo de enero a abril. Además, puedo seleccionar otras 4 materias optativas según mis propios intereses. Lo difícil fue escoger sólo 4 entre tantas clases interesantísimas, ¡me gustan tantos temas! Tengo hasta este viernes para decidir definitivamente, pero ya seleccioné las otras cuatro clases: Global Ethics (en el primer periodo), Global Public Policy, Making Policy Work y Political Economy of Development (todas para el segundo periodo). Pregunté y tengo la opción de entrar de oyente a otras clases, mientras haya lugar, así que creo que iré también a una que se llama Volunteer Sector Policy and Management, que se relaciona con mi experiencia profesional.


Mi grupo de la maestría se ve bien, somos alrededor de 40. Una tercera parte del grupo somos estudiantes extranjeros, casi todos Europeos, salvo por cinco Estadounidenses, una Angoleña, una Colombiana-Canadiense y yo. El resto son Británicos, así que espero que se me pegue el acento que tienen. Llevaré las tres materias obligatorias con todos ellos y las optativas con algunos pocos, porque cada quien escoge lo que quiere.


Por lo pronto ya nos pasaron las listas de lecturas preliminares para este periodo y se ven muy bien. Ya tengo mucho que leer, que está bien pues es a lo que vine. Estoy emocionada por ya tener todas las clases y ver cómo pinta cada una.


Residencia


Tengo que empezar diciendo que la zona donde está mi residencia es preciosa, se llama Belsize Park y aquí viven muchas celebridades porque es elegante y tranquila. Hileras de casas grandes, la mayoría pintadas de blanco flanqueadas por árboles frondosos. La primera vez que caminé por aquí me sentí casi en Mary Poppins, el problema es que ahí acaba la magia.


Sabía que la casa que sirve como residencia sería viejita, pero la verdad no me la imaginé tan maltrecha. Desde la fachada se puede ver el descuido en que está, pues se ven varias cuarteaduras en la estructura. Dentro es un laberinto de alfombra raída y sucia, anuncios de materiales peligrosos (en la planta baja hay calcomanías de “Warning, health hazard: asbestos in the pipes”), puertas angostísimas y escaleras empinadas. Para darles una idea, puedo subir por dos pasillos diferentes. Uno consta de 54 escalones y 7 puertas de la calle a mi cuarto y el otro de 53 escalones y 6 puertas.


Mi cuarto está en el tercer piso y sorprendentemente me gusta bastante. Está limpio, amplio (para estándares europeos), bien iluminado y cuenta con muebles suficientes para contener mis cosas, además de dos espejos grandes y un refrigerador pequeño.


Los baños y las cocinas, son otra historia: están viejos y sucios, se ve que casi no se les da mantenimiento y la verdad ni ganas me dan de aparecerme por esos cuartos (lo he hecho lo menos posible). Aparte, esta es una de las poquísimas (si no es que la única) residencias sin conexión a Internet. Esto me parece sorprendente siendo el Londres del s. XXI, pero viendo el edificio, se puede entender el por qué… Así que me estoy conectando desde mi celular o desde la universidad, pero aún así me siento lejos del mundo, ¡cómo hace falta el Internet!


Haciendo un balance: me encanta la colonia, mi cuarto y los amigos que he empezado a hacer aquí, pero lo demás no me deja sentirme a gusto. Lo desagradable también depende de que se haga el servicio de limpieza bien y sobretodo de la higiene de todos los habitantes, que es más difícil controlar que lo primero. Por lo pronto, ya me empecé a hacer de mañas para sobrevivir lo gacho. Por ejemplo, ya me di cuenta que en el fin de semana todo está más sucio de lo habitual, así que evitaré lo menos posible cocinar esos días: o calentaré en el microondas las “sobras” o comeré fuera.


Supongo que se preguntarán lo que ya ha pasado por mi mente, “¿qué puedo hacer para salirme de aquí?” Tengo realmente pocas opciones. La primera es inscribirme a la “swap list” (lista de intercambio de cuartos entre residencias) hasta el 17 de octubre con una cuota de 20 libras. Ahí puedo buscar a alguien que esté en otra residencia que quiera cambiarme el lugar y venirse a la mía, para yo irme a la de él o ella. Yo se que la pregunta clave es: ¿quién va a querer mudarse a mi residencia en el estado en que está? La respuesta me la dieron unos chavos que trabajan en residencias. Me dijeron, después de haberme dado el pésame por la residencia que me tocó, que sorprendentemente sí hay gente que se quiere ir a vivir ahí. (En serio me dijeron que lo sentían por mí, imagínense…)


Otra opción si me quisiera salir antes de eso, sería buscar departamento compartido y seguir pagando hasta que alguien ocupe mi lugar en la residencia. Está difícil porque implica ponerme a buscar departamentos con la carga académica encima, además del costo que tiene pagar dos lugares a la vez por un tiempo indefinido. Así que estoy ahorita con la disyuntiva de cambiarme a mediados de este mes a otra residencia o de quedarme aquí hasta principios de diciembre, cuando tenga más tiempo para buscar cuartos por las vacaciones y cuando se venza el compromiso de pago en mi residencia. Ya les diré que pasa, y por lo pronto pues a echarle ganas aquí a pesar de todo…


Vida en Londres


He disfrutado mucho estas casi dos semanas porque el clima ha estado delicioso. Soleado y cálido, temperaturas entre los 29 y 18º C, muy atípico para esta época del año. Los londinenses han aprovechado al máximo el último regalo del verano usando muy poca ropa, lentes de sol y sobretodo pasando tiempo en los parques, que han estado llenísimos. Yo me uní a ellos en esto último porque ropa para calor no traje mucha.


El jueves y viernes caminé un poco por los parquecitos cercanos a mi universidad (Gordon Square y Tavistock Square). El sábado fuimos Carola y yo a un picnic a Hyde Park con unos amigos de la London School of Economics (LSE) y ayer recorrí buena parte de Regent’s Park con Maru, una compañera LRI que está estudiando en Westminster University.


Se supone que para el jueves bajará como 10 grados la temperatura y estará nublado otra vez, así que volveré a usar saco y botas y a cargar el paraguas. Por lo pronto hoy ya amaneció nublado y poquito más fresco. Creo que estará bien porque coincidirá con el periodo de más estudio y la verdad no me dan ganas de encerrarme con clima tan bonito para estándares ingleses.


Y hasta aquí los dejo, porque ya está bastante largo el post. Pero espero actualizarlos pronto con más detalles de la vida de estudiante en Londres y con otras reflexiones más.


See you soon!