viernes, 9 de mayo de 2008

It's a small world after all...

Después de un alejamiento forzado del blog primero a causa de los exámenes (ya tuve los primeros dos, aún faltan otros dos el martes) y después a causa de Internet (antier se cayó la conexión en Chapou y ayer fue asueto, por lo que no lo han arreglado), vuelvo a platicarles un poco de un tema que ya traía en mente desde hace tiempo: lo chiquito que es el mundo.

Creo que fue en CSI (aunque después se popularizó en Lost) dónde primero oí de la Teoría de los 6 Grados de Conexión (6 Degree Theory), que básicamente dice que entre dos personas x en el mundo no hay más de seis personas “intermediarias” de distancia. A mí desde el principio se me hizo interesante, pero ahora que estoy por acá y he visto cómo estamos ínterlazados a través de relaciones y contactos, aún sin saberlo, creo que tiene mucho de verdad. Algunas de las conexiones raras que he vivido:



  • Cuando estaba en París con Ana Ceci mi prima, íbamos a todos lados en metro. Una noche oímos que unos niños estaban hablando español y empezamos a platicar con ellos, que de dónde eran, qué hacían, etc. Resultó que eran un español y un mexicano, el español amigo de mis amigas Dunya y Silvia que vivieron en París el semestre pasado, y el mexicano, amigo de las amigas mexicanas de Ana Ceci en Florencia. (1 grado de separación entre ellos y nosotras: Pablo el español-Silvia/Dunya-yo; mexicano-amigas de Florencia-Ana Ceci).
  • En Sevilla, nos fuimos de fiesta una noche con Miki, la amiga que nos hospedó allá, y sus amigos Erasmus (estudiantes de intercambio europeo). En el antro empecé a platicar con un alemán, Christian de la vida Erasmus, cómo era en España, cómo era en Francia, etc. Al preguntarme mi opinión de la vida nocturna francesa le dije que si bien la de Toulouse no se comparaba con la española, que no estaba tan mal. Él me dijo que tenía suerte porque uno de sus amigos, Roby, que estaba en Clermont-Ferrand se quejaba de que ahí en serio no había nada qué hacer. Le conté que yo también tenía un amigo en Clermont y él me dijo que de hecho su amigo era amigo de mexicanos allá. Ya se me hizo demasiada coincidencia, así que le pregunté cómo se llamaba el amigo en cuestión para preguntarle después a Luis, que me confirmó que de hecho tenía un amigo alemán que se llamaba Roby. (2 grados de separación a través de dos diferentes personas: Roby-Christaian-yo-Luis-Roby).

Aquí en Toulouse, tengo un amigo colombiano que se llama Mario. Tengo no sólo una sino DOS conexiones medio raras con gente cercana a él:



  • La primera, el conocer a su exnovia en el tren de Barcelona a Toulouse. Mis amigos mexicanos con los que venía estaban dormidos así que terminé platicando con una maestra francesa y una chava española, ella empezó a contar que se le hacía difícil regresar de su casa porque acababa de cortar con su novio y que iba a ser pesada la transición de separarse, etc. A medida que ella entraba en algunos detalles, a mí se me empezó a hacer familiar la historia y cuando dijo que él era extranjero casi tuve la certeza de que era Mario. Ya en Toulouse le pregunté y le describí a la niña del tren y me dijo que sí era ella y de hecho se le hizo tan rara la coincidencia que también se la platico a ella!!!

  • La segunda conexión rara fue un poco más complicada, quedé sin saberlo en medio de un triángulo amoroso. El fin de semana del Festival de Cine Latinoamericano yo tenía planeado con algunas amigas ir a ver una película mexicana. Ese mismo día me habló Mario y me habló Avi, un compañero de la India para ver qué planes tenía para la noche, yo no la pensé dos veces y les dije el plan y que nos veíamos todos en la cinemateca. Llegué con Ale y vimos primero a Avi y como dos segundos después a Mario y nos fuimos todos a hacer fila. En el relajo de la espera y de la plática con más gente Mario me llevó aparte y me dijo que se sentía medio incómodo porque estaba ahí con nosotros el exnovio de la niña con la que estaba saliendo pero cómo había mucha gente en nuestra bola no capté quién era hasta que me dijo que era Avi. Ya con eso estaba rara la situación, pero luego vino Avi y me dijo exactamente lo mismo, que Mario era el niño con el que salía su exnovia, y que se le hacía muy extraño que hubieran coincidido, imagínense!!! Al final no alcanzamos boleto para la película, por lo que gaD cada quién se fue por su lado y no tuvimos que quedarnos los tres en tan incómoda situación. Pero con eso aprendí a no volver a “mezclar” amigos pensando que no pasa nada, porque sí existen conexiones como éstas, sí pasa algo. (2 grados de separación, por dos diferentes lados: yo-Mario-niña-Avi-yo)

Así que ahí están mis pequeños experimentos no planeados de los seis grados, jaja, y de cómo es tan cierta la repetitiva canción del jueguito de Disney: “it’s a small world after all…”



A bientôt!!!

1 comentario:

the last of the mehicans dijo...

Ok aquí me vas a tener que añadir a mí.

En cuanto lo investigue lo postearé.